Compañeras y Compañeros:
El sindicalismo argentino sabe de luchas y fracasos, en la búsqueda de ideales que pugnan permanentemente por nuestra identidad como argentinos. “La organización sindical llegará a ser indestructible cuando las voluntades humanas se encaminen al bien y a la justicia con sentimiento colectivo y patriótico”.
Desde hace 53 años estamos buscando esa bisagra en la historia, que nos encuentre aunados entre trabajadores, empresarios y gobierno tras un proyecto nacional productivo, sin distinción de nacionalidad, credo o color basado en la justa distribución de la riqueza.
Hoy es el momento de reflexionar sobre los errores cometidos, sin justificar que en los últimos años hemos sido castigados por un sector de la población, por una campaña mediática orquestada por determinado poder político y económico, tratando de destruir el modelo sindical argentino, brazo y columna vertebral del movimiento nacional justicialista.
Pero allí donde se vulnere los derechos del trabajador, siempre hubo, hay y habrá quien se ponga al frente de esa lucha. Esa lucha se desarrolla permanentemente, silenciosamente, a través de los delegados de planta, que día a día se ponen al servicio de los compañeros, sin importar las consecuencias, a veces incomprendidos por su entorno.
El espacio que no se ocupa, se pierde. Desde que volvió la democracia el movimiento obrero perdió sus representaciones legislativas, tanto nacionales, provinciales y municipales. Es hora de recuperar ese espacio importante, para luchar por los intereses de los trabajadores. En todo espacio hay hombres de bien y de los otros. No podemos dejar en “los otros” decisiones que nos atañen. Debemos plantear nuestra lucha desde ese lugar.
El movimiento obrero, requiere de la capacidad y el compromiso de sus hombres y mujeres para reflejar en una conducción fuerte y organizada al sindicalismo argentino, representativa de los intereses de los trabajadores para lograr una patria, libre, justa y soberana.
Debemos trabajar permanentemente en la comunicación y capacitación para la formación de cuadros tan necesarios como imprescindibles para formar, una nueva generación de dirigentes sindicales, para continuar con el legado de quienes fueron la simiente de la organización sindical, recordando “El sindicalismo ha nacido con la sociedad humana, no es ni una nueva forma ni es una evolución avanzada, es de sentido y de sentimiento primario”.
Alberto Herrero.
Secretario General.